El rescate de Cuchulainn

Un relato del ciclo de Ulster
El joven guerrero Cu Chulainn enfrenta al ejército de Ailill y Medb, que penetró en el seno de Ulster. El peso del combate es sostenido sólo por Cu Chulainn, entre todos los guerreros. Ha luchado en forma singular con cada uno de los héroes del bando enemigo y los ha vencido, pero se encuentra acribillado de heridas y fatigado en su carro, sólo acompañado por su cochero, Loeg.
El cochero ve aproximarse a un guerrero de cabellos rubios y lacios; un broche de plata fija a su pecho una capa verde; los hilos de oro que adornan su túnica la tiñen de un amarillo rojizo.
El extraño guerrero atraviesa las filas del ejército enemigo sin dirigir la palabra a nadie y sin que nadie le hable. Ningún hombre parece verlo.
Cuchulainn se da cuenta de que se trata de un side, que se ha apiadado de él:
– ¡Eres un joven valiente! Vengo a ayudarte –dice el extraño.
– ¿Quién eres? –pregunta Cu Chulainn.
– Soy tu padre, de los side. Soy Lugh, hijo de Ethné.
El padre, entonces, entona un canto que sume a Cu Chulainn en un sueño que dura tres días y tres noches y aplica hierbas curativas mágicas en las heridas de su hijo.
Mientras Cu Chulainn duerme, Lugh adopta su apariencia y lucha en su lugar hasta que el joven guerrero recupera sus fuerzas y puede volver a combatir.
© Morgana Barcelona