Nuestra relación con los Dioses.

Todos tenemos en nuestro ADN una educación católica desde hace muchos años (siglos), aunque ahora seamos ateos, paganos, budistas. Si no todos, el 99% de la población mundial.
Nos enseñaron, en algún momento de nuestra existencia, que para ir al paraíso debíamos ser buenos. Que para tener suerte en la vida debíamos ayudar al prójimo. Que si no cumplíamos con las expectativas de un Dios omnipotente y omnipresente, seríamos castigados.
Igual alguno de vosotros tuvisteis la suerte que esta cadena de transmisión se rompiera generaciones atrás o igual la habéis roto vosotros, o vuestros padres, con mucho trabajo interior, esfuerzo y dolor.
Sé que muchos de los que me seguís en las redes sociales y algunos de mis amigos sóis paganos… bueno, os denomináis paganos. Y me vais a permitir, sin enfadaros, que lo dude. Sí, que lo dude. Y lo dudo, porque cuando escribís “cosas “sobre paganismo, sobre los Dioses y, principalmente, sobre vuestra relación con los Dioses… sobre cómo interactuáis con ellos en el momento de celebraciones y de hacer rituales… actuáis como actúa cualquier creyente y seguidor de las religiones judeocristianas, abrahámicas: con sumisión y rindiendo pleitesía.
Y los Dioses paganos europeos no son así porque sus seguidores antes de la invasión católica no eran así. Dejadme que me explique: a muchos “repartidores de la verdad y enseñantes de los misterios de las “religiones” [neo]paganas” les oigo o leo “predicar” mejor que a los curas en una iglesia y así “afirmar” que los Dioses Paganos nos ven, controlan y juzgan. Creo que no han leído ni un solo libro de mitología celta, nórdica, eslava, etc y mucho menos un libro de historia. Sí, porque los paganos no tenían una actitud de religiosidad para empezar y para terminar, suficiente trabajo tenían para poder subsistir como para tener que ir preocupándose de si se arrodillaban ante Odín, Morrighan o Cerridwen. Porque ellos existen porque nosotros creemos en ellos. Porque toda la información que ahora tenemos sobre ellos son arquetipos mentales que necesitamos para no sentirnos desamparados porque nos han enseñado a que si no tenemos un Dios al que agarrarnos caeremos en el más profundo de los abismos. Nuestros Dioses (paganos) representan esa parte de nosotros que nos gusta mostrar o de la que carecemos. Y esto no es una cuestión de la New Age, es una cuestión evolutiva y, en estos tiempos, de psicología.
Hoy por hoy, cuando entramos en contacto con una deidad pagana, cuando “trabajamos”con ella, somos NOSOTROS los que nos condicionamos con ofrendas o trabajos de agradecimiento a posteriori… después de pedirles que nos ayuden. No son los Dioses los que nos lo piden. Es nuestra mente, nuestra conciencia aún influenciada por una religión déspota y desconsiderada con sus seguidores.
Hace muchos años que empecé mi trabajo de desintoxicación judeocristiana y no ha sido fácil erradicar esos condicionamientos de mi mente, de mi memoria genética y no sé si lo he conseguido erradicar de mi ADN. Pero sí sé que no puedo relacionarme com Morrighan, por ejemplo, como si me relacionase con la virgen María, porque no pertenece a la misma tradición. Y mientras actuemos así, JAMÁS nos ayudará en nuestro camino porque no le va a llegar nuestra petición. No es su idioma.
Podéis seguir con una actitud de pleitesía y sometimiento con ellos, pero entonces no os quejéis porque no os atienden…

© Morganna Barcelona.