Reiki, del japonés reiki (霊気 o レイキ, ‘reiki’? poder espiritual, atmósfera misteriosa) es considerado como medicina complementaria y alternativa.
Trata de lograr la sanación o equilibrio del paciente a través de la imposición de las manos del practicante, canalizando la «energía vital universal». Tiene muchos más efectos sobre el paciente que el llamado efecto placebo y en la actualidad se usa el reiki como terapia complementaria en algunos hospitales y clínicas.
El reiki no es considerado una religión por sus seguidores y tampoco puede reemplazar al tratamiento médico, aunque sí se puede utilizar de forma complementaria consiguiendo efectos más rápidos y duraderos en los tratamientos médicos.
También se pueden conseguir efectos muy saludables en afecciones psicológicas, que si no son de las denominadas profundas o endógenas, el Reiki proporciona grandes beneficios… incluso la superación de fobias o de determinadas alteraciones.
Y qué vamos a decir a nivel energético…. si en ese terrenos sí que los efectos son casi inmediatos y muy duraderos: carga las pilas que están bajas, regulariza y estabiliza los chakras… y según el tipo de Reiki que apliquemos (hay varias escuelas o disciplinas Reiki), incluso podemos limpiar y curar el aura.